Llevo tres días sin poder dormir, al verme en el espejo mis ojos cansados lucen como dos manantiales que se han quedado secos, el único ornamento en ellos son innumerables arterias que conforme pasan los días aumentan de número. Mi lengua ya no puede degustar como antes los sabores, todo lo que la toca sabe amargo inclusive he llegado al punto en que no puedo distinguir la textura de los alimentos, todo lo que entra en mi boca se siente pastoso, como engrudo. Me encuentro totalmente desaliñado, mis cabellos largos despeinados, mi barba no recuerdo cuando fue la ultima vez que la rasuré, mis anteojos no los puedo encontrar. Mi habitación es un total desastre, sobre mi buró hay un cenicero con demasiadas colillas de cigarros, al lado de él se encuentra una botella de vodka casi vacía, mi cama se encuentra tapizada de varios poemas de Rubén Darío, Neruda, Amado Nervo, Benedetti, Sabines y algunas reflexiones de Facundo Cabral. En los tres días que llevo sin dormir mi modular solo ha tocado tres discos, el primero de Carlos Gardel, el segundo de José Alfredo Jiménez y el tercero de Oscar Chávez. La causa de mi insomnio es mi “bendita maldición”, pues la ironía que se ve reflejada en el apodo que le he puesto a esa mujer no me deja pegar los parpados, para entenderlo hay que partirlo por la mitad, primero explicaré porqué bendita y después porqué es una maldición.
Bendita por que esa mujer hace que día a día de lo mejor de mi, hace que por las madrugadas cuando tengo que levantarme de la cama mis piernas pierdan la pereza porque se son el instrumento clave para verla, también logra que haga hasta lo imposible por peinar mis cabellos los cuales son tan necios que no se acomodan como se los ordeno y tenga que recurrir al gel, consigue que mi mirada se dirija todo el tiempo a ella y que siga sus pasos, aun algo más curioso, existen momentos en los que por mis pupilas todo pasa en cámara lenta, como aquel día que la luz iluminaba sus cabellos y cuando se quitó la pinza que los sostenía el mundo se detuvo y vi aquellos cabellos caer lentamente sobre sus hombros. Logra que cuando huelo su perfume mi corazón caiga en taquicardia y casi en parada y, al mismo tiempo es la única que puede reanimarlo. Pero aun es mas bendita porque le tengo una confianza ciega, se que a ella le puedo decir lo que sea y me comprenderá, se que puedo darle a guardar un secreto y se lo llevará a la tumba, se que puedo confesarle mi amor y no me juzgará. Ella es así y lo que mas me gusta es su sonrisa, rica combinación de físico y personalidad, de físico porque cuando sonríe en sus mejillas se forman unos hoyuelos que a mi me vuelven loco y personalidad porque con su sonrisa ilumina la vida de los demás.
Ahora intentaré explicar por qué es maldición.
Ahora intentaré explicar por qué es maldición.
Maldición porque como ya expliqué, por pensar en ella paso noches sin dormir intentando descifrar la formula secreta con la cual podría enamorarse de mi. También es maldición puesto que ha logrado colarse hasta mis sueños al punto de que en algunos casi puedo tocarla y al despertar quisiera volver a dormir, por ella he pasado horas y horas oyendo November Rain de Guns & Roses hasta agotar las lagrimas de mis ojos, es maldición porque de alguna forma me embrujó. Pero sobre todo es maldición porque se que jamás será mía, se que jamás descansaré en sus brazos, se que jamás probaré sus labios, se que no tendremos un futuro juntos y lo peor se que jamás sostendré su mano, porque en el fondo somos mundos paralelos. Después de estos tres días, una botella de vodka y tres cajetillas de cigarros he llegado a una conclusión, debo olvidarla, citando a Facundo Cabral: “No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600 millones. Además no es tan malo vivir solo”. Con toda la razón del mundo ¿Por qué sufrir? Basta ya de hacer llorar a mi corazón. Olvidarla no será fácil, es como intentar sacar un cuchillo, debo hacerlo antes de que llegue a los órganos vitales y ella ya está cerca, debo hacerlo lentamente para no dañar tejido, eso lo hará doloroso, pero al final con esfuerzo lo lograré, porque hoy comienza mi vida.
