jueves, 16 de julio de 2009

Análisis personal del Poema No. 20 de Pablo Neruda


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

- Y de verdad podría escribirlos si no fuera por el hecho de que los versos más tristes ya los he escrito hace algún tiempo -

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos ".

- Es cierto, la noche ha caído, con ella trajo frescura y un cielo repleto de luceros -

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

- El viento golpea suavemente mi cara, es fresco y me ayuda a refrescar mi mente al analizar -

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

- De eso no cabe duda yo la quise demasiado y me gusta creer que ella, a su forma, me quiso -

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

- Aunque no sucedió en la realidad, en mis sueños nocturnos si podía sentir còmo la acariciaba y mi percepción llegó a confundirse -

Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

- Esos ojos cuando me miraban eran capaces de desarmarme, ella lo descubrió y no por eso dejaron de ser profundos y misteriosos -

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

- Aventurarme a decir que la he perdido es demasiado presuncioso puesto que jamás fue mía -

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

- Las noches, mañanas y tardes siempre se tornaron así sin ella el abominable vacío se fue acostumbrando a mí -

Que importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo.

- Cuánto desearía que estuviera aquí a mi lado pero no es así, ella ya tiene un plan -

Eso es todo, a lo lejos alguien canta. A lo lejos mi alma no se contenta con haberla perdido.

- Mi alma es una mezcla de tristeza al verla tomando otra mano y felicidad de pensar que cuando sonríe es por el y su alma se halla alegre -

Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

- A veces mi corazón aún la busca y crea en mi mente imágenes de ella que me las deja ir entre sueño y sueño -

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entoces, ya no somos los mismos.

- Si, ambos cambiamos no somos los mismos de hace dos años a ella el tiempo le ha caído bien la hace más bella, a mi por otro lado me ha cultivado con nuevas mañas -

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

- Prefiero tocar sus pupilas como sólo yo lo se hacer -

De otro, será de otro, como antes de mis besos, su voz, su cuerpo claro, sus ojos infinitos.

- Afortunado es el, estoy seguro que lo sabe y mientras le haga feliz más afortunado será -

Ya no la, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor y es tan largo el olvido.

- ¿Aun la quiero? La respuesta es un tanto confusa, lo único seguro es que como decía Joaquin olvidar tarda 19 días y 500 noches -

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido.

- Cuánto hubiera deseado al menos una vez sin importar si era noche o amanecer poder tenerla acurrucada en mis brazos -

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

- Este es el fin, donde la ultima gota de agonía se derrama, donde le escribo las ultimas palabras, pro dentro de mi una voz leve me dice ¿realmente es el fin? -


El viento de la noche gira en el cielo y canta.

- El viento golpea suavemente mi cara, es fresco y me ayuda a resfrescar mi mente al analizar -








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