miércoles, 17 de junio de 2009

Hombre Simple


Mamá me dijo cuando era joven:

- Ven y siéntate a mi lado mi único hijo y escucha bien lo que te voy a decir, si haces esto te ayudará en un día soleado.

Me senté a su lado y la mirada que tenía en su faz jamás la había visto, sus ojos eran profundos y sinceros, su sonrisa tierna y dulce, y su voz era hipnotizante, jamás olvidaré lo que me dijo:


-“Tomate tu tiempo, no vivas demasiado rápido, lo problemas vendrán y se irán. Ve, busca una mujer y encontrarás el amor. Y no olvides hijo mío, hay alguien por encima de todo.

Se un hombre simple, se algo que ames y entiendas. Olvida tus ansias por ser rico, todo lo que necesitas está en tu alma. Todo lo que quiero para ti hijo mío es que estés satisfecho. Hijo, no te preocupes te encontrarás a ti mismo, sigue tu corazón y nada más.

Y puedes hacer esto si lo intentas ¿No harás eso por mi, hijo, si puedes?”


Sus palabras quedaron grabadas en mi mente como si lo hubieran hecho con fuego, fue breve y sabía.

jueves, 11 de junio de 2009

La Cama Vacía


Desde un tétrico hospital donde se hallaba internado casi agónico, rodeado de un silencio sepulcral, con su ternura habitual la que siempre demostró quizá con esfuerzo o no desde su lecho sombrío un enfermo amigo mío esta carta me escribió:

Querido amigo quisiera que al recibir la presente te halles bien y que la suerte te acompañe por doquiera, por mi parte y mal pudiera decirte que estoy mejor, si al contrario en mi dolor, postrado en mi lecho adyerto yo soy un pobre esqueleto que a mismo me da horror.
La carta es para decirte que si puedes algún día venir hacerme compañía tu que tanto me quisiste, estoy tan solo y tan triste que lloro sin contenerme ya nadie suele quererme todos se muestran impíos de tantos amigos míos ninguno ha venido a verme.
Hoy yo te doy la razón y veo en mi soledad que esta llamada amistad es tan solo una ilusión cuando uno esta en condición tiene amigos a granel pero si el destino cruel hacia un abismo nos tira vemos que todo es mentira y que no hay amigo fiel.
Bueno aquí yo me despido y al poner punto final, recibe un abrazo leal del que siempre te ha querido y a tu mama que no olvido también mis recuerdos dale, mucha devoción mostradle y de caricias cólmala, tu que la tienes cuídala si supieras cuanto vale.


Llego el domingo y ansioso por que aquel amigo leal, penetré en el hospital angustiado y pesaroso, me dirigí silencioso al lugar donde sabía que su lecho encontraría más ahí ni bien lo encontré y asombrado me quedé al ver la cama vacía.

Trato Peligroso / 3. Cuando el Infierno se Congele


“Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles

combatieron contra el dragón”

Apocalipsis 12,7


Después de un par de segundos Chas respondió:

– ¡Vaya si lo conozco!, es un cabron tramposo, bueno, te diré, esa cláusula dice: “este trato quedara anulado el día que el infierno se congele”.

Lo miré estupefacto y le dije:

– Entonces será hora de empezar a llevar cubos de hielo al infierno. Mientras sonreía él me miró seriamente y dijo:

– Colega te juro que es más fácil hacer lo que dices, que llevar acabo la hazaña de realmente congelar el infierno.

El tipo parecía saber mucho de esto así que le pregunté:

– ¿Qué debemos hacer para congelar el infierno?

Él miro a ambos lados y respondió:

– Seguramente has oído hablar del Armagedon, ya sabes ángeles y demonios peleando en una guerra sin precedentes, pues el día que esa batalla empiece el infierno también empezará a congelarse.

Me deprimí, según lo que yo sabía aun faltaban milenios para que esa batalla sucediera, el notó mi aflicción y dijo:

– Pareces un tipo honrado y noble, sólo tomaste una mala decisión así que te ayudaré, aparte ese Nergal ya ha fastidiado demasiado, es hora de que su cláusula se haga realidad.

El aliento me regresó y le dije:

– Gracias colega, pero dime ¿cómo recrearemos el Armagedon?

Me miró con una sonrisa malévola y dijo:

– ¡Esa es la parte divertida! déjamelo a mi.

Después de eso salimos de ahí, me dejó hospedarme en su departamento y toda la noche me pasé pensando si lo que estábamos a punto de hacer no volvería a joderme como el trato que había hecho con Nergal, jugar con fuego es algo peligroso y lo sabía pero como siempre he dicho, sólo se vive una vez.

A la mañana siguiente nos levantamos, Chas dijo que tenía que buscar algunas cosas y nos dirigimos al distrito de Newcastle. Entró a dos callejones diferentes, del primero salió con una bolsa, del segundo salió con un gato negro. Regresamos a su departamento, según dijo teníamos que revisar la mercancía, llegamos y extendió todo en la mesa y refunfuñó diciendo:

– ¡Maldita sea! el gato me costó 130 libras, según Léster lo trajo desde México, dicen que hay un gran mercado llamado Sonora donde encuentras todo lo que necesitas para los hechizos básicos.

Después de esto se alejó y se mantuvo hablando por teléfono alrededor de media hora. Al regresar dijo:

– Bueno, nos falta el último y más difícil ingrediente.

Así es como salimos de ahí, en el camino me explicó que se necesitaba un alma muy importante como para que los ángeles se arriesgaran a ir al infierno por ella, dijo que si por él fuera tomaría la del Papa, pero no iría hasta el Vaticano por ella, así que lo mejor sería secuestrar a un cardenal. Un contacto suyo le proporcionó información valiosa, según ésta el cardenal Kingston se paseaba en las mañanas por los jardines de la abadía de Westminster. Nos dirigimos hacia aquel famoso sitio de Londres. Hayamos al cardenal como el contacto especificó. Chas se acercó a él sigilosamente por detrás y con un pañuelo lleno de cloroformo logró que el cardenal cayera en un profundo sueño. Lo llevamos al taxi y nos dirigimos al norte. Dijo que iríamos a una capilla donde podríamos formar un nexo entre la tierra y el infierno.

Después de un viaje de 5 horas llegamos a la Capilla Rosslyn en Escocia, esperamos a que terminaran las visitas turísticas, cerraron la capilla y Chas fue a ver al guardián alegándole que el cardenal Kingston deseaba orar en la capilla antes de abandonar el país. El guardián aceptó y nos entregó las llaves del recinto.

Entramos a la nave principal, toda oscura parecía una boca de lobo, encendimos las lámparas y sentamos al cardenal en una de las bancas. Cuando Chas se disponía a preparar todo la puerta principal se abrió de golpe, el helado aire entró y el rostro de mi colega se volvió como una ostia. En la puerta se encontraba un hombre, era alto llevaba un abrigo para la lluvia color beige, una garrafa en cada mano y un cigarrillo en los labios, el hombre dijo:

– ¡Chas maldita sabandija! ¿creíste que harías el mejor hechizo del siglo y el crédito seria todo tuyo?

Chas le respondió:

– ¡Johnny! pensé que ya no te interesaba la magia, por eso no te busqué.

El tipo contestó:

– Yo también pensé que ya no era de mi interés, pero aquí me tienes para salvarte el trasero, traje algo de agua bendita, será mejor prevenirnos por si algo sale mal.

Chas sonrío y dijo:

– ¡Claro Johnny, cómo pude olvidarlo!.

El tipo me miró y preguntó:

– Bueno, y este capullo ¿Quién es?

Levanté mi puño pero Chas logró alcanzar mi brazo y lo detuvo, se acercó a mi oído y dijo:

– Amigo créeme, te necesito vivo, no muerto.

Después le respondió a Johnny:

– Es un colega que ha hecho un trato con Nergal y quiere anularlo, es por eso que recrearemos un maldito “Día D” en el infierno.

Johnny se acercó, extendió su mano y dijo:

– Si eres enemigo de Nergal entonces eres mi amigo.

Eso me recordó el viejo dicho de “enemigo de mi enemigo, amigo”, Johnny salió y regó agua bendita por todo el exterior de la capilla. Según me comentó eso lograría que ningún demonio pasara al mundo puesto que ellos no podían pasar sobre el agua bendita.

Rosslyn es conocida por que en ella se encuentran 213 cajas que sobresalen de los pilares, algunos creen que esto sirve como un portal a otra dimensión, otros que es un código para encontrar el grial, o mejor aún, una autopista al infierno y esa noche la utilizaríamos. El resto que quedó de agua bendita la regó en el suelo. Nos paramos los cuatro, el cardenal aún seguía apaleado por el efecto de cloroformo. Chas cortó el cuello del gato negro. Al caer la sangre en el gran charco de agua bendita mencionó unos versos en latín, seguido esto el suelo se abrió como una boca y nos tragó. Caímos por una especie de túnel que olía a azufre y sólo podía distinguir una luz roja al final. Aterrizamos los cuatro en lo alto de una montaña. Chas dijo:

– Al parecer la topografía del infierno cambia todos los días pero el Meguido sigue aquí. Desde este cerro veremos el Armagedon.

Johnny río y dijo:

– ¡Sí amigos! les juro que será mejor que ver jugar al Chelsea contra Liverpool.

Después Chas me explicó que el ejército de ángeles no tardaría en venir a auxiliar el alma del cardenal. Cuando esto suceda los guardias demoniacos se darán cuenta y la batalla comenzará. Habremos engañado a ambos bandos, casi al terminar de explicarme esto una luz azul apareció en el negro cielo del infierno en la llanura que se extendía ante nosotros se posicionó el ejército de ángeles, Johnny preguntó:

– ¿Quién comanda al ejercito de ángeles?

Chas hizo una breve exploración del ejército y contestó:

– Al parecer Miguel.

Aquel Arcángel en verdad era bello, de no saber que los ángeles son asexuados hubiera jurado que era una mujer, sus ojos eran negros y sinceros, su cabello oscuro y reluciente, lo llevaba suelto y se movía al compás de su andar, y en conjunto todo su ser denotaba seguridad y fortaleza.

Atrás del Arcángel Miguel se encontraban los Arcángeles: Rafael, Uriel y Gabriel, cada uno con un batallón de aproximadamente un millón de combatientes entre serafines y querubines.

Todos ellos portaban espadas blancas como la nieve que destellaban un brillo cegador, las espadas de los Arcángeles eran aún más relucientes y de ellas emanaba fuego. Del otro lado el ejército de los demonios se hallaba sin formación, los comandaba un demonio con cabeza de chivo y largos cuernos, también contaba con alas. Johnny dijo:

– Chas, ¿ya viste quién comanda a esos bastardos? ¡Es el maldito Baphomet!

Los ejércitos se hallaban separados por una distancia semejante a la de un campo de futbol, después comenzaron a acercarse y Johnny dijo:

– Es hora de largarnos el final ya me lo sé, el ejército de Miguel le gana al de Baphomet, qué aburrido. Chas ¿traes arena del Sinaí?

Chas lo miró confundido y dijo:

– No Johnny, se agotó, no encontré en todo Londres.

Johnny le dijo enfurecido:

– ¡Lo ves!, siempre tengo que salvar tu trasero, gracias a Dios traigo un poco de arena del Getsemani, servirá igual.

Le pregunté a Chas para qué servía la arena y me dijo que de esa forma volveríamos a la tierra, era necesaria arena de un lugar sagrado para formar un nexo entre el infierno y la tierra. Le pregunté si volveríamos a Rosslyn, encogió los hombros y dijo:

– ¡Que piensas que esto es un fregado metro y te bajas en la estación que quieras!, sólo espero que no aparezcamos en el Tamesis, a esta hora moriríamos de hipotermia.

Johnny tomó la arena y la arrojó al suelo, se abrió un hoyo que nos succionó. El camino fue muy aterrador, no era capaz de distinguir entre abajo y arriba, y las náuseas comenzaron a acentuarse más, ya que en el infierno tenía algunas pero no muy fuertes como para provocarme el vómito.

Aparecimos en las vías del metro de Londres, apenas me intentaba reincorporar cuando oí un rugido, algo me tomó del cuello del abrigo y jaló a un lado. Después el estruendo del metro pasado a sólo unos centímetros de mi hizo que desmayara. Al despertar me hallaba solo sentado en una banca de la estación Green Park, en la bolsa interior de mi abrigo había un papel que decía:



“Vaya que Johnny no se equivocaba al decir que eras un capullo, te desmayaste al caer, fue tan divertido que mi colega y yo nos reímos de ti por un buen rato y te aseguro que si Kingston hubiera estado despierto se hubiera reído de ti hasta mojar los pantalones, bueno amigo según lo que dicen el infierno se congela, seguramente tu trato ha sido anulado espero que tengas suerte, de lo demás John y yo nos encargaremos. Hay un desastre que limpiar y un viejo que entregar.


P.D. Por favor no vuelvas a venir a joderme.”



Salí de la estación con solo mi cartera y pasaporte, pensé ir por mi maleta al departamento pero en realidad sólo quería volver a casa y descansar, además Chas lo dejó claro, no quería volverse a topar conmigo.

Y aquí me encuentro de nuevo en un avión de British Airways con el deseo de regresar a casa y tomar una vacaciones, no se lo que el destino me depara, lo que sí se es que la mujer de la fila de al lado me mira y sonríe coquetamente, si todo salió como lo esperaba ella puede ser mi nuevo amor, no muchos congelan el infierno por encontrar su media naranja y conservarla ¿o si? Déjame preguntarte algo ¿tu qué has hecho de divertido la última semana?

¿FIN?

martes, 9 de junio de 2009

Trato Peligroso / 2. London Calling



El avión aterrizó en Heathrow, el principal aeropuerto de Londres, al bajar busqué mi equipaje. En una pequeña maleta había metido todo lo necesario así que me fue fácil cargarla. Al salir de ahí busqué una tienda, el hindú del otro lado del mostrador me extendió amablemente los Silk Cuts. Estaba listo para largarme de esta terminal. Fuera de ella el clima era gélido, saqué de mi bolsillo un cigarro, lo encendí y esperé para tomar un Black cab. No apareció ninguno hasta 9 minutos después. Entré al taxi y el conductor me preguntó: - ¿Adonde quiere que lo lleve amigo? Lo miré fijamente, le pasé la tarjeta la leyó y sin decir más arrancó directo a la avenida Abbey Road, en el trascurso del viaje suena en la radio “Dazed and Confused” y pensé <<>>. Al llegar al lugar el conductor dijo: – Son 85 libras amigo. Pagué y bajé del automóvil, me dirigí a la puerta de la casa, aunque sabía que debía tocar el timbre mi brazo se negaba a obedecer la orden, no recuerdo de donde saque valor y lo presioné, salió una mujer de aproximadamente 60 años y me preguntó: – ¿Qué se le ofrece?- busqué en la bolsa de mi gabardina, saqué la tarjeta y le dije: – Buenas tardes ¿aquí vive Chas Kramer? La mujer contestó: – Si aquí vive pero ahora no se encuentra, maneja un taxi y está ausente todo el día, seguramente lo encuentra a las 8pm cuando termina su turno en un bar llamado Babalou. No sentí alivio pero al menos ya había avanzado un poco. Respondí: – Muchas gracias, ¿podría decirme cómo reconocerlo? La mujer frunció el ceño y contestó: – Al llegar a la barra del bar pregunte por él, seguro le dará santo y seña. Me alejé caminando, miré mi reloj eran las 6pm, faltaban aun dos horas para ir al bar, así que me dirigí al metro para quemar un poco de tiempo. Bajé en la estación Brixton según lo que un policía me dijo, tenía que dirigirme hacia la iglesia de St Matthew's en Brixton Hill, ahí encontraría el bar, que literalmente era una cripta. Llegué a la iglesia, en el costado se encontraba la entrada que parecía adentrarse en la tierra por debajo de ella. La entrada al bar efectivamente parecía la entrada a una cripta con un portal de forma romana y a los costados dos pedestales sostenían cada uno una pirámide con el nombre de Babalou. Entré al bar me dirigí a la barra y el cantinero me preguntó: – ¿Le sirvo algo de tomar?- miré a mí alrededor y le contesté: – Si, sírveme un Blood Clot Burlonamente respondió: – ¿eres doctor? Bastó una mirada para que se largara a preparar el trago, al regresar le pregunté por Chas Kramer y me dijo que cuando entrara le diría que lo estaba buscando. Así pasaron 15 minutos, cuando un hombre se acercó por detrás y me dijo: – ¡Ey colega! me dijeron que me buscabas. Me tomó por sorpresa, le respondí: – Si, he venido aquí por que Steve me dio una tarjera con tu nombre. El hombre cambió su sonrisa por una cara dura y dijo: – Vamos a aquella mesa. Se volteó y le dijo al cantinero que llevara dos Whiskys, nos sentamos y después de examinarme un rato me dijo: – Bueno ¿qué te trae conmigo? En eso llegaron los tragos, el mío ni lo toque en cambio él se lo tomó como si fuera agua, le respondí: – Bueno hace un tiempo hice un hechizo y ahora he venido aquí en busca de una solución, ¿puedes ayudarme? El hombre se acarició la barbilla como pensado y respondió: – Pues no sé si puedo pero dime, ¿cuál es el problema? – Le respondí – hace años hice un trato con un demonio llamado Nergal, quiero ver si se puede revertir o anular. El hombre se rió como si acabara de decirle el mejor chiste de su vida, cuando terminó dijo: – ¿No leíste las “letras chiquitas” del contrato? Intenté recordarlo pero lo que paso ese día aún estaba muy turbio en mi cabeza, le respondí: – No recuerdo alguna cláusula. Entonces preguntó: – ¿Con quién hiciste el trato? Intenté que mi respuesta sonara con mucho coraje: – Nergal, así se llamaba el maldito demonio. Chas al oír el nombre del demonio acaricio su barbilla intentando recordarlo.

miércoles, 3 de junio de 2009

Trato Peligroso / 1. Amistades Peligrosas


“A los hechiceros nos los dejarán con vida”

Éxodo 22,18


Cuando terminé la carrera de medicina, sentía que me podía comer al mundo de un solo bocado pero después de un tiempo me di cuenta que las cosas no eran tan fáciles como uno cree, mi sueño era estudiar cirugía pero para ingresar en la Real Sociedad de Cirujanos se necesitaba de al menos una recomendación y que tuviera el suficiente peso como para hacerme acreedor de una plaza dentro de ella.

En aquellos tiempos mi país sostenía una guerra con algún país de Medio Oriente por lo que me enrolé en el ejército como médico, no pasó mucho tiempo para que me trasladaran a aquel infierno, ser médico en el campo de batalla me enseñó la “medicina real”, un año en aquel desierto despertando todos los días con arena entre los dientes y, eso cuando realmente dormíamos. Al final fui remitido a casa, antes de presentar mi renuncia me entrevisté con el General de Brigada Ernesto Cárdenas Guevara, me recibió gracias a que había ganado popularidad en el campo de batalla después de haberle salvado la vida a su hermano, le pedí que me recomendara para la Real Sociedad de Cirujanos, no dudó ni un segundo, hizo la carta y la mandó, fue así como todo empezó.

Mi estadía en Medio Oriente me ayudó a poner en práctica maniobras quirúrgicas que en otro lugar hubieran visto como bárbaras y crueles, por lo tanto mi desempeño en la Real Sociedad de Cirujanos fue pulcro a veces mis propios maestro se acercaban en secreto a mi para que les enseñara técnicas nuevas, que para mi mas bien eran ases sacados de mi manga.

Ya en el último año conocí a Steve Evans un estudiante de intercambio proveniente de Inglaterra, me hice amigo de él, cada semana nos reuníamos con otros dos compañeros para hacer lo que Steve llamaba “velada de caballeros”, en realidad era jugar póquer o dominó y beber coñac. Su departamento era común, bueno eso pensaba yo hasta que un día cuando solo quedábamos él y yo, me llevó al estudio ¡vaya! parecía una tienda esotérica de gran calibre, me mostró todo su arsenal para hechizos, me contó que su familia era de origen celta y aún conservaban ciertas tradiciones.

Ese mismo día me enseñó un hechizo que jamás olvidaría, era una especie de invocación, se dibujaba con sangre de carnero un círculo y alrededor se escribían palabras que pensé era árabe pero me corrigió diciéndome que era arameo, según dijo sólo se debía utilizar en ocasiones que realmente valieran la pena, un alma como pago, me mencionó el nombre de un demonio llamado Nergal el cual siempre que se invocaba acudía al llamado, era muy goloso y le apetecían las almas humanas.

El círculo se quedó grabado a fuego en mi mente pero pensé que jamás lo utilizaría hasta aquella noche, me encontraba enfrente del lavamanos haciéndome el lavado de rutina para entrar a operar, mis manos temblaban salpicando mi uniforme de quirófano con un fino rocío, del otro lado de la puerta estaba mi hermana, mi intención no era operarla pero ninguno de mis amigos de confianza se encontraba en el país y los cirujanos de ese hospital me parecían unos ineptos, de cada diez enfermos con apendicitis sólo dos sobrevivían en sus manos, pero no podía controlar mi nerviosismo que era semejante al de un novato que va a entrar su primera cirugía, si hubiera entrado a operarla con el temblor en mis manos hubiera hecho picadillo a mi hermana, así que tome un poco de isodine y con mi dedo dibuje el circulo que me enseño Steve 5 años atrás, lo terminé y dije:

– “Nergal venit e esti posut inferno”.

Tras esto, del círculo apareció una figura horrorosa vociferando blasfemias, su forma era semejante a las gárgolas de Notre Dame. Después él dijo:

– “¿Quien ha osado en llamar a Nergal y lo ha hecho con tan burdo hechizo?, ¡maldito mortal!” –

Respondí:

– “Nergal yo te he traído hasta este lugar para ofrecerte algo”.

Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro y dijo:

– “Bien humano, oigo tu propuesta”.

El olor a azufre casi me hace vomitar y le dije:

– “Tengo que operar a mi hermana pero no puedo, me siento como un novato, mis manos tiemblan y no consiguen sosiego, si me das la habilidad del mejor cirujano que ha existido y existirá en la faz de la tierra te daré a cambio mi alma”.

Nergal se quedó cavilando la propuesta que estaba ante él y dijo:

– “Mortal, has estado en la guerra, tu alma ya esta condenada a mi infierno pero hay algo que me divierte más y es la desgracia ajena, por lo que sé el amor siempre ha sido un fantasma para ti, te daré lo que deseas pero a cambio ninguna relación basada en el amor que siembres cosechará frutos. Estaba tan desesperado que acepté y aquel demonio dijo:

– “Te concedo ser el mejor cirujano que existe y existirá pero a cambio tus amores no echarán raíz y lo que Nergal hizo que nadie lo deshaga”.

Hecho esto dio un golpe al suelo con su talón izquierdo y sentí cómo mis entrañas hervían, un torrente de calor inundó mis venas y arterias, era un SIDA psíquico, después de eso sentí la seguridad en mi cuerpo y con una sonrisa me dirigí al quirófano, Judith, mi enfermera instrumentista dijo:

– Doctor se ve realmente renovado, parece como si hubiera hecho esto un millón de veces – me limité a mirarla y decir – “bueno, qué te puedo decir, me siento como el mejor cirujano en la tierra”.

La cirugía transcurrió tranquilamente y para ser un transplante de corazón era bastante raro que no se presentaran complicaciones en la operación, pero mi as bajo la manga había funcionado de maravilla.

A las dos semanas conocí a Penélope, una bella enfermera que recién había salido del Colegio Nacional de Enfermería, comencé a salir con ella, con cada palabra que oía de ella más me hipnotizaba, su aroma era una fragancia cítrica que me recordaba los naranjales de sur de Francia, sabía que no quería pasar otro segundo sin ella.

Pero al poco tiempo el destino me hizo recordar el trato que había hecho, era una mañana, salía del hospital después de una cirugía que había durado siete horas, me sentía como un zombie en medio de las pacientes que esperaban pasar a consulta, en eso, mis sentido se vieron alterados por una ráfagas de sensaciones producidas por una camilla que entro rápido. Sentí cómo si mi corazón explotara en pedazos, la mujer en la camilla era Penélope, me acerqué a un paramédico que venía corriendo detrás, le dije: – “Soy el jefe de cirugía ¿que ha pasado?”

El joven respirando grandes bocanadas de oxigeno me respondió:

– Un autobús ha chocado con un camión cisterna, hay al menos una docena de heridos, la chica que hemos traído no ha corrido con suerte, tiene muerte cerebral y entró en paro cardiaco hace cinco minutos, - “espere”- tomó su radio, se alejó y vi cómo su mirada se llenaba de nostalgia, regresó a mi y me dijo:

– “Ha muerto. Es una lástima, era muy bella”.

No me atreví ni a ver el cadáver, ni siquiera fui al funeral, me mantuve hundido en whiskey por una semana, ésta fue la primera de varias historias que tuvieron un final parecido, yo mismo jodiendo todo a mi alrededor y continuando solo en esta vida. Un día llegó al hospital un sobre, su interior contenía una tarjeta en la pude leer


Chas Kramer

Abbey Road 28, London

Telephone 342 3356



Como un recuerdo amargo su nombre apareció en mi memoria, era el mejor amigo de Steve Evans, también era una especie de hechicero, pensé <<El bastardo de Steve debe saber que ando en aprietos y seguramente me ha mandado esta tarjeta para resolver mi peculiar problema>>.

Una semana después aquí me hallo sentado en el reactor de British Airways con destino a Londres, es verano pero ¡vamos!, ya sabemos cómo es el maldito “verano británico” regresaré a mi antiguo vicio de fumar, lo primero que haré al bajar de este avión será comprar unos Silk Cuts.

PARA LOS CUENTOS...

No todo en este blog serán reflexiones o pensamientos, también subiré cuentos la mecánica será la siguiente: El titulo del cuento, después una diagonal y el capitulo del cuento, ejemplo: Trato Peligroso/ 1. Amistades Peligrosas.
Así que subiré los cuentos capitulo a capitulo, algunos serán largos otros cortos solo espero que sean de su agrado, sin mas que decir dejo el primer cuento.

lunes, 1 de junio de 2009

LA NOCHE


Eran las 10pm casi apunto del cambio de turno en la morgue algo inminente sucedió, cuando me acercaba al interruptor para apagar la luz una voz me dijo

– doctor.

Al oir la voz un escalofrío me recorrió toda la columna y sentí como los vellos de los brazos se me erizaban, aun así no hice caso a mi miedo, llevaba 10 años trabajando aquí, a veces por la noches cuando estaba haciendo guardia solo en aquella fría habitación me preguntaba: << ¿cuando será el día que uno de estos cabrones me hable?>> pues ese día esperado llegó, mis pensamientos fueron exaltados por la misma voz agonizante diciendo:

– doctor, doctor necesito que me ayude.

Me volteé con toda naturalidad me acerqué a la plancha en la que se encontraba aquel hombre y le dije:

– dirá usted que se le ofrece.

A lo que el cadáver respondió:

– tengo un problema ¿cree que podría ayudarme?

Me acerqué una silla y la coloqué junto a la plancha en la que se encontraba mi peculiar paciente, saqué un cigarro, lo encendí y dije:

– bueno empieza a vomitar lo que te pasa.

Aquella escena nada le pedía a algún consultorio de psiquiatría de la avenida Reforma, de esos que cobran mucha plata por oír y al final no dan respuestas, mi paciente miraba fijamente a la lámpara halógena que se encontraba colgada del techo encima de esa plancha, cuando sin preámbulos comenzó a decir:


“la noche vino y no se fue, no me he podido levantar, no me ha dejado despertar y no me puedo ni mover, y en esta oscuridad tan densa que me trastorna el pensamiento, que me arranca y me confunde con su aroma y mis recuerdos , que no me deja verla, que me quema muy adentro, que no me deja verla por que de amor ya he muerto, y ahora que he muerto le puedo decir “doc” que no es tan grande el cielo, es más mi amor por ella, que el perfume de las rosas no se huele por aquí, pero extraño más su aroma, la extraño más a ella”.


Al acabar de decir esto sus ojos se cerraron, me levanté e hice a un lado la silla, casi automáticamente lo cubrí con una sábana, encendí otro cigarro caminé hacia una pila de papeles y busqué hasta encontrar el certificado de aquel hombre, como lo pensaba, había muerto de sobredosis por digital, hecho esto salí de allí, el olor a formol empezaba a marearme o talvez era el extraño y escalofriante suceso que había ocurrido.