
Desde un tétrico hospital donde se hallaba internado casi agónico, rodeado de un silencio sepulcral, con su ternura habitual la que siempre demostró quizá con esfuerzo o no desde su lecho sombrío un enfermo amigo mío esta carta me escribió:
Querido amigo quisiera que al recibir la presente te halles bien y que la suerte te acompañe por doquiera, por mi parte y mal pudiera decirte que estoy mejor, si al contrario en mi dolor, postrado en mi lecho adyerto yo soy un pobre esqueleto que a mismo me da horror.
La carta es para decirte que si puedes algún día venir hacerme compañía tu que tanto me quisiste, estoy tan solo y tan triste que lloro sin contenerme ya nadie suele quererme todos se muestran impíos de tantos amigos míos ninguno ha venido a verme.
Hoy yo te doy la razón y veo en mi soledad que esta llamada amistad es tan solo una ilusión cuando uno esta en condición tiene amigos a granel pero si el destino cruel hacia un abismo nos tira vemos que todo es mentira y que no hay amigo fiel.
Bueno aquí yo me despido y al poner punto final, recibe un abrazo leal del que siempre te ha querido y a tu mama que no olvido también mis recuerdos dale, mucha devoción mostradle y de caricias cólmala, tu que la tienes cuídala si supieras cuanto vale.
Llego el domingo y ansioso por que aquel amigo leal, penetré en el hospital angustiado y pesaroso, me dirigí silencioso al lugar donde sabía que su lecho encontraría más ahí ni bien lo encontré y asombrado me quedé al ver la cama vacía.
*/* Este estuvo padre... de vdd que si lo piensas asi es: no hay amistad que dure si no se alimenta, y a veces creemos que nadie nos necesita y cuando necesitamos a ese alguien llegamos o llega demasiado tarde...
ResponderEliminarCUIDEMOS A NUESTROS AMIGOS: German te quiero aunque no te lo demuestre del todo... bye